Cuatro partidos más y se acabarán las Eliminatorias a Rusia 2018. En las primeras fechas, Ecuador estuvo alzado; muchos decían que ya estaban montados en el avión a Rusia. Hoy, los meridionales no tienen el cupo seguro al Mundial. A Perú lo daban por muerto junto a Bolivia y Venezuela; hoy, tiene posibilidades. Si le ganan a Bolivia y saca un buen resultado en Quito, lucharán hasta el final por un boleto, así sea el repechaje. Y Venezuela, pues Venezuela nunca se montó en el tren a Rusia. Ni se asomó por ahí. Siempre estuvo muy lejos. Perdida. Sin juego. Retrocediendo lo que se había avanzado en los últimos años.
Con “Chita” hubo una involución tremenda. Que si la carta de los pesos pesados, la camita al DT, los “regalitos” en cada juego, todo eso sumado al torpe trato de Sanvicente hacia los jugadores. Llegó Rafael Dudamel. Cuando pensamos que cambiaría de nombres, sobre todo de los que ya estaban sobrando en la Selección, pues no. El libreto seguía siendo el mismo. Pasaron varios partidos y por fin se vieron caras distintas, pero no en los puestos más necesarios. Eso se vio después. Y así llegamos a una sola conclusión…
Que no se esconda nadie. Todos sabemos que no hay ningún “Proyecto Catar 2022”. No puede haberlo cuando la FVF quiere seguir manejando el fútbol venezolano como una bodega. Así ha sido por tres décadas y continuará. Es una vergüenza que Laureano González, que cuando tomó la presidencia manifestó que no quería ese puesto, haya copiado los pasos de su maestro Esquivel. Además, apoyado por el Instituo Nacional de Deportes, nada más y nada menos.
Sé que a más de uno le sorprendió la renuncia de Richard Páez a las elecciones de la FVF, pero cualquier hombre con algo de vergüenza lo hubiese hecho. El merideño luchó hasta el final, recorrió el país, denunció las irregularidades, pero nadie le prestó atención. En cambio, el IND creó una “alianza” con la FVF. Fiel reflejo del país: FVF y Gobierno son la misma cosa. Por eso se entienden tan bien.
Ahora, yo me pregunto por qué los jugadores de la famosa carta en la etapa de Sanvicente no enviaron otra exigiendo elecciones limpias; por qué no defienden el derecho al voto de los personas indicadas; por qué no se manifiestan apoyando el derecho de Richard Páez y Tony Carrasco a pelear la presidencia con el actual inquilino del PH de Sabana Grande. Pues no es solo defender a dos o tres personas, sino es sacar cara por el fútbol de su país, querer que las cosas cambien y podamos clasificar por primera vez a un Mundial, pero más que eso, es querer que el Futve cambie de raíz, darle el giro necesario.
El balompié criollo está repleto de cómplices que solo alzan la voz cuando les interesa. Muchos lo ven desde afuera, otros desde adentro. Por viáticos y premios sí dan a conocer su descontento. Y si eso se cumple, pues entonces que siga Laureano, dirán muchos.
Así las cosas, no habrá proyecto 2022, ni 2026, y menos 2030.
Nos leemos el próximo lunes.
¡Abrazo de gol!
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