¡BRAVO PUEBLO!

Por Gladys Rodríguez

“El coraje o la valentía es una virtud humana, que se puede definir como la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos. El coraje es la habilidad de sobreponerse a dichos impedimentos y perseverar probablemente con la acción que se pretendía realizar. El coraje consiste en enfrentarse a situaciones valiosas e importantes de manera que superes el miedo a fracasar en ellas; también se entiende como la fuerza por hacer algo por alguien o por ti mismo. Lo contrario al coraje es la cobardía, que es el miedo a hacer algo por distintas razones”. Fuente: Wikipedia

En días pasados, preguntaba ¿lograremos el cambio? Y un asesor político me respondió, la fuerza de voluntad es imposible de predecir.

El escenario luce muy complejo, incluso constitucionalmente, pero la voluntad de la mayoría pareciera estar decidiendo el destino de Venezuela. Para la fecha que se publicó este artículo tenemos 25 días de protestas en la calle. A pesar de los caídos, heridos y detenidos, millones de venezolanos se armaron de coraje y caminan con paso firme y decidido por el asfalto caliente. La gente sigue protestando, armada con lo poco que tiene, bicarbonato en un pañuelo para taparse el rostro y protegerse del ataque feroz de los cuerpos represivos del Estado.

Calle es el clamor de muchos. ¡Basta! la consigna. Su único escudo EL CORAJE, como varios han declarado, “me quitaron todo…hasta el miedo”.

La Caracas del Este cruzó al Oeste, un Oeste reprimido, bloqueado, que con aplausos la recibió. Caminaron por el otro “territorio prohibido, otrora territorio chavista”, se cayó el muro de la mentira, las imágenes y testimonios evidenciaron el rechazo, dirigentes del Gobierno son abucheados en las zonas populares. Una sola voz se alza, ya no hay polarización.  Se gesta la verdadera revolución, contra la miseria, el hambre, la opresión, la corrupción, la delincuencia que durante 18 años este Gobierno sembró. Dos presidentes, un mismo sistema político económico, un mismo modelo de Gobierno, un mismo fin, servirse del poder por el poder y el dinero.
Curiosamente, el piquete de la guardia, se abrió…la gente organizada pasó. Pareciera que una orden superior hubiesen recibido, como si la voluntad y mandato de Dios se hubiese hecho presente. La imagen de Sor Esperanza con un gesto de cariño de un guardia se viralizó, muchos, como yo, aplaudimos ese momento que, honesto o no, reflejó el deseo de la mayoría. Algunos aún cuestionan la fotografía y concluyen rápidamente que era parte de una estrategia para hacer ver al mundo que son pacíficos. Igual ya nada cambia  las evidencias de la represión que sentarán a muchos en el banquillo de los acusados en tribunales nacionales e internacionales  por delitos de lesa humanidad.

Al frente de las manifestaciones vemos a la juventud política unida, marcando el camino, arriesgando todo. Un aire de unión se respira, son otros tiempos. Ya pocos tienen ánimo para “la foto sonriente en grupo”, ya no hay música en las marchas. Solo rabia, agotamiento, desesperación. Y aun cuando no perdemos la esencia de alegría y camaradería que nos caracteriza, el espíritu de lucha se impone en cada espacio de protesta.

Como nunca antes, muchos en el mundo nos miran, siguen paso a paso cada acontecimiento y nos acompañan y apoyan en nuestro deseo de cambio. El dinero ya no alcanza para comprar o engañar conciencias dentro y fuera de Venezuela.

El contexto es otro, sin duda, lo que hoy vivimos es muy diferente a las acciones de calle del pasado. Ya el Gobierno no puede sostener su mentira. El pueblo pasa hambre, el dinero no alcanza, la escasez agobia.

La realidad sobrepasa al Gobierno y las violaciones a la constitución son aplastantes.  Por primera vez se acorrala al monstruo de mil cabezas. La espada de la Libertad se alza con un pueblo unido que exige RESPETO. Nuevamente, las palabras de nuestro himno nacional cobran fuerza y se materializan en las calles de una muy golpeada Venezuela. GLORIA AL BRAVO PUEBLO QUE EL YUGO LANZÓ, LA LEY RESPETANDO LA VIRTUD Y HONOR.

¡HASTA LA PRÓXIMA SEMANA!

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