LACRIMÓGENAS, EFECTOS Y CÓMO CONTRARRESTARLOS
Por: María Laura García
“Un gas lacrimógeno es un tipo de arma química. Fueron utilizados por primera vez en la Primera Guerra Mundial y en la actualidad son disparadas por los organismos de seguridad de los diversos estados contra la población civil, para ejercer control ante sus protestas. Estas armas químicas, en la mayoría de los casos no letales, pues pueden haber excepciones según sea el afectado o atacado, provocan ardor en la piel, lagrimeo, irritación de las vías respiratorias y ceguera temporal; efectos que desaparecen tras cesar la exposición. Los compuestos químicos utilizados más habitualmente son el bromuro de bencilo o el gas CS (o-clorobenzilideno malononitrilo). “Estas últimas son las que se han usado en un 98% por parte de la PNB y la GNB durante este último mes de protestas en Venezuela”, según Mónica Krauter, químico y profesora de Universidad Simón Bolívar (Twitter: @mkrauterusb).
Ahora bien, cualquier compuesto químico que produzca estos efectos se puede llamar lacrimógeno, pero éstos últimos son o deben ser seleccionados por su baja toxicidad y por no ser letales.
Todo lo dicho hasta ahora, estoy segura, que no debe resultar ajeno o nuevo para muchos hoy día lamentablemente, pues ya sea que estemos protestando, trabajemos o vivamos cerca de estas zonas donde se reúne la gente para hacer sentir su voz, todos esos síntomas muy molestos e incapacitantes seguramente ya lo hemos experimentado.
Por tanto, mi único propósito de escribir sobre este tema el día de hoy, es que sepan lo más posible sobre las bombas lacrimógenas con el fin de que cuenten con herramientas para salvaguardar su bienestar y el de los suyos. Porque no sabemos por cuánto tiempo más estaremos expuestos a la represión a través de estas armas químicas, conversé un largo rato con la Profesora Krauter y voy a tratar de resumir lo más importante de lo hablado con esta especialista en química.
Para comenzar, me dijo que “su uso en guerra es una violación de la Convención sobre Armas Químicas que comprende el Convenio de Ginebra y Venezuela es firmante de dicho tratado”. No estamos en guerra, pero entonces más aún debería seguirse un protocolo de especial cuidado en su uso: No lanzarlas desde las alturas, no tirarlas directamente a las personas o por las ventanas de edificaciones, en lugares cerrados, etc.; porque además también debería seguirse las normas elementales que se enmarcan dentro de lo que son los derechos humanos.
¿QuÉ hace peligrosas las bombas lacrimógenas?
“Su uso inadecuado… No se trata de un gas sino de un polvillo blanquecino, muy pero muy fino, y esto es lo que hace que seamos muy vulnerables, porque mucha mascarilla o protección lamentablemente siempre algo vamos inhalar. Es extremadamente dañino. Inhiben la visión, vamos a tener unas ganas ineludibles de toser, estos como mecanismos de defensa del cuerpo humano con el fin de resistirse y de extraer mecánicamente este cuerpo extraño. Si nosotros durante los primero 30 minutos solamente hemos lagrimeado, llorado, tenido picor (porque como este polvillo se adhiere a la piel y con la humedad nos pica porque es un ácido), es porque hemos tolerado bien la bomba. Pero por el contrario, si después de estos síntomas, experimentamos nauseas, vómitos, disnea, movimientos involuntarios en los parpados o musculares en general, el efecto es preocupante. Ha habido personas que se han desmayado o han perdido la conciencia, otras han convulsionado, es decir, se ha comprometido el sistema nervioso. Cuando esto ocurre, los afectados deben ser atendidos en un centro asistencial, para evitar efectos irreversibles, porque puede presentarse un paro respiratorio y hasta la muerte”. Según la profesora Krauter, todo lo dicho está reportado en revistas internacionales.
¿De qué depende el nivel de vulnerabilidad?
Krauter comenta: “Las 4 cosas que hacen que estas bombas mal usadas sean muy peligrosas, primero: que se venzan porque el compuesto que les mencioné transcurridos cinco años, por efectos del calor, la humedad y la temperatura, se transforman en otros compuestos, como por ejemplo el Cianuro, los Óxidos Nitrosos, el Ácido Clorhídrico, Monóxido de Carbono, Cloro, Acetileno y Fosgeno, cada uno de ellos muy tóxicos y/o venenosos”. Por tanto, mi opinión como periodista, es que no deberían emplearse y se han hecho denuncias sobre el uso de bombas ya vencidas en las manifestaciones de los días recientes.
La segunda razón, es la condición de salud preexistente de cada quien. “Sin son alérgicas, asmáticas, si padecen alguna condición o enfermedad cardiovascular, respiratoria o pulmonar obstructiva; pues corren aún más peligro” ante estas armas de dispersión de disturbios. Acá me pregunto, todas las concentraciones son DISTURBIOS? Creo que terminan en eso cuando son atacadas sin necesidad con dichas armas químicas.
La tercera razón es la edad. Los bebés y los niños son extremadamente vulnerables, más también los mayores de 60 años y las mujeres embarazadas. La explicación “volumen de concentración versus el área afectada. Si un bebecito inhala lo mismo que un adulto se distribuye en una masa inferior y eso lo hace muy peligroso. En las mujeres embarazadas por la toxicidad del compuesto porque en la literatura se reporta como cancerígeno, también que afecta la reproducción celular y el ADN, más por último, se reporta como teratogénico, es decir, que puede afectar el feto en formación”.
Cuarta razón, “los factores ambientales también hacen que este tipo de bombas sean muy peligrosas. Por ejemplo, si son lanzadas en espacios cerrados o en sitios que tengan muy poca ventilación o si una persona está expuesta por tiempo prolongado y en repetidas oportunidades a dichos gases. Esto es gravísimo. Hay demasiadas evidencias que no se está haciendo un uso debido y los ataques son realmente desproporcionados, hemos visto como se lanzan bombas lacrimógenas directamente a las residencias, Centros Educativos y Centros Médicos, esto es una violación fragante del Protocolo de Ginebra”.
¿Cómo podemos protegernos?
Según Monica Krauter, “lo primero que tenemos hacer es NO provocar a los cuerpos de seguridad porque ellos son los únicos que la administran, pero si lamentablemente se inicia un ataque con bombas lacrimógenas y estamos en el medio, debemos estar muy pendientes de donde las lanzan para poder esquivarlas. Hay reportes de personas con daños craneoenfálicos, por recibir la bomba en la cabeza, y en este caso el peligro ya no sólo sería su contenido, si no la administración”.
“También tenemos que ver e identificar si es posible la dirección del viento porque como es un polvito el viento lo va a arrastrar… no se debe correr desesperadamente pero si caminar muy rápido en sentido contrario al viento, de manera de ir respirando aire fresco”.
“La idea es tratar de calmarnos, no entrar en pánico porque el susto hace que respiremos más rápido o hiperventilemos, por tanto, es muy probable que aspiremos más de este polvillo”.
“Como se trata de un polvillo ácido nos tenemos que proteger es con una base, por eso no recomiendo el vinagre, ni el limón porque ambos son ácidos. Lo ideal es tratar de utilizar una mascarilla o unos pañitos, es decir, las mascarillas de los doctores, que nos tapan la nariz y la boca. Las manos, empaparlas en una solución de bicarbonato de sodio. Se prepara, con tres cucharaditas de bicarbonato bien resueltas en un vaso de agua. Esta es una solución básica realmente muy efectiva que puede neutralizar los vapores ácidos. También podemos utilizar cualquier antiácido los más comunes son el Malox y el Almac (difíciles de encontrar actualmente). Tampoco debe usarse pasta de dientes, ni mentol, ni otras cremas en la cara porque el polvillo se va adherir más a la piel y lo vamos a tener cerca de las vías respiratorias afectándonos”.
“Si, han tragado mucha bomba puede tomar leche, antiácido y el agua con el bicarbonato. Insisto es muy importante tratar de taparnos ambas vías respiratorias, nariz y boca, sin obstruirlas por completo porque tenemos que respirar. Hay que resaltar que cualquier maya filtrante no impide el paso de este polvillo que es como el talco, muy muy fino. La barrera debe evitar el paso de partículas menores a los 60 micrómetros”.
“Es muy importante que aquellas personas que usan lentes de contacto se lleven lentes de natación que no permitan el ingreso al ojo del polvillo, porque reitero es muy ácido, más se transforma en ácido clorhídrico y una vez que atraviesa el lente puede perforar muy fácilmente la córnea. Tambien sugiero que lleven sus lentes de vista físicos, no los de contacto. Muchas personas usan lentes de natación que es muy buena opción. Recomiendo también vestirse siempre de pantalón largo y manga larga. Si presentan irritación en la piel, usar Caladril también es muy bueno”.
“Jamás se deben recoger las bombas lacrimógenas con la mano, porque todos los componentes activos de este tipo de gas cuando entra en contacto con el oxígeno del aire generan mucho calor, son reacciones exotérmicas, y por eso cada balín puede llegar a 110 o 120 grados centígrados. Además no deben devolverse a los cuerpos de seguridad, porque violencia trae más violencia. Si queremos hacer algo útil, debemos apartarlas a un sitio donde hagan menos daño y si se pueden ahogar en agua pues mejor”.
¿Y las personas que están en casa?
“Primero mantener la calma precisamente para no hiperventilarse. Debemos cerrar todas las puertas y ventanas para evitar el ingreso del polvillo y sugiero colocar coletos húmedos en los sitios que no podamos sellar por completo. Lo ideal es encerrarnos dentro de un baño, preferiblemente dentro de la ducha para que ese polvillo sea arrastrado por el agua. Si nos nos podemos duchar, abrir la ducha y/o el lavamanos con agua preferiblemente tibia para generar en el baño una atmosfera de vapor con el fin de hacer precipitar el polvillo que haya entrado al baño. Si el ataque es muy fuerte, en el baño, nos debemos colocar igualmente una mascarilla con la barrera de bicarbonato de sodio. Una vez finalizada la crisis debemos ventilar al máximo el lugar. No recomiendo barrer porque ese polvillo se puede levantar, lo ideal es aspirar y limpiar todas las superficies con paños húmedos. Después deberíamos botar dichos trapos. Igualmente, deberíamos desechar todos alimentos que hayan podido estar expuestos, lamentablemente”.
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