La Bestia

Por: Caterina Valentino

Entonces, a fuerza de tanto ver a la bestia, nos convertimos en ella…

Cuesta trabajo mantenerse en su sano juicio en esta Venezuela, cuando las imágenes de la violencia inundan por todos lados.

Cuando la actuación despiadada e inhumana de los que tienen las armas, no deja espacio a la imaginación.

En cifras, el asunto es de color oscuro.

El año pasado Venezuela cerró con poco más de 28 mil muertes violentas. Puede que el 2017 cierre con más o menos 30mil.

Venezuela se convierte, en una sociedad que se queda sin jóvenes, entre la migración y el homicidio, según el Observatorio Venezolano de Violencia.

La situación se torna cada vez más escabrosa, cuando el mandatario de un país, que debería mantener un discurso sosegado, no solo baila en sus alocuciones mientras compatriotas mueren, sino que no deja de transmitir una cadena, sin el mensaje del día,  instigando a la división (de ricos y pobres, de chavistas y opositores) y a la infaltable violencia.

Lo que vimos esta semana en la Asamblea Nacional, no sólo fue un hecho vergonzoso, sino estruendosamente claro, de quiénes tienen las armas, quiénes siembran terror y quiénes de una forma inconsciente solo se hacen eco de un discurso irresponsable que desde las más altas esferas, no respeta dignidad alguna.

Entonces, ¿qué toca?,  ¿poner la otra mejilla?; sin dudar un segundo, pienso que no. Toca mantener con fuerza el escudo que proteja del abuso, pero ese escudo debe estar fomentado en la estrategia y la táctica, no podemos combatir con fuerza pero sí con inteligencia. Toca no dejarse vencer, en esta pelea de desventajas; pero no con las mismas herramientas bárbaras, toca hacerlo desde un lugar mucho más complejo, el de la conciencia. Viene trabajo arduo y duro, el de la construcción institucional para relegitimar la regla más allá de las diferencias. Cada venezolano tiene su cuota parte de responsabilidad, empezando por cada uno de nosotros.

Es menester; primero que nada,  mirar con clara objetividad la miseria humana que nos rodea y que trata de asustarnos, cada día,  todos los días, en estos inolvidables días; pero también es imprescindible, resguardar ese lugar interno dominado por el respeto y la integridad, para que no nos volvamos en aquello que precisamente criticamos, y no por un tema de nobleza, no, hasta eso nos lo han quitado; me refiero a la respuesta de esta pregunta que será prioridad: ¿Por dónde comenzaremos cuanto toque recomenzar?, por eso es determinante que,

La bestia que se quede en su lugar.

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