Enfóquense en la prevención…
¡CANSANCIO EMOCIONAL… RENDIRSE NO ES OPCIÓN!
Por: María Laura García
¿Les ha pasado que están terriblemente cansados y la cantidad de compromisos que imponen la realidad venezolana les impide hacer una pausa y descansar reparadoramente? Amigos, les confieso, que en estos último tres meses me está sucediendo y la verdad estoy meditando intensamente en los pequeños espacios que tengo, sobre cómo manejar la situación para no enfermarme, pues ante tanto estrés, desgaste y falta de descanso, es una fija que bajen las defensas. Puedo sonar monotemática, pero en un país en el cual hay un 90% de déficit de medicamentos, la medicina privada está colapsada por la escasez de insumos y repuestos de equipos, más la medicina pública está al nivel de los países más pobres del continente africano, pues hay que ocuparse en NO ENERMARSE.
Por tanto, esas reflexiones, que les comenté se centran en calmar mi corazón, sosegando la ansiedad y la angustia de alguna manera, confiando en que Papito Dios lo maneja todo mejor que yo y haciendo lo más que puedo, lo más que mis energías me permiten y tratando de no cargar de emoción las situaciones horrorosas que brotan a borbotones diariamente, para evitar alterar mentalmente el funcionamiento de mi organismo. Por ejemplo, hago pausas de 5 minutos, respirando profundamente, traspasando mis cargas y angustias al Todopoderoso. Esto lo hago las veces que sea necesario para poder conservar el equilibrio. Además, reviso lo que estoy haciendo mal para modificar conductas con el fin de aligerar la tensión, más trato de buscarle explicación a lo que sucede a mi alrededor, lo bueno y lo malo, para activarme en dirección al logro de manera efectiva.
En estos procesos reflexivos busco las fuerzas para seguir adelante, pues como habrán notado hasta ahora, que obligo a mi espíritu a regalarle un tanto de reposo a mi cuerpo. Ciertamente, la situación venezolana no da espacio al descanso físico lamentablemente. No sé cuánto podrá resistir mi organismo así, porque aunque el ejercicio me permite drenar y cargarme de energía, llega un momento en que las fuerzas ni me dan para eso. Acá el asunto es concientizar que hay que parar, pero mientras no se pueda y hasta que el cuerpo no dé señales de alarma importantes, tengan en cuenta que nuestra alma y corazón pueden ayudarnos bastante a resistir.
Ahora bien, no olviden escuchar las señales de sus cuerpos y mente como se los comenté en columnas pasadas. Dios sabiamente nos habla a través de ello. Quizás para los más racionales lo que escribo hoy no tiene sentido, pero hay momentos en la vida tan determinantes, que hasta los más pragmáticos en el fondo asumen que hay un algo superior e inexplicable que lo dirige todo y además le da sentido, para nosotros los cristianos es el Espíritu Santo.
En otras columnas les iré contando sobre mi aprendizaje espiritual y físico ante las circunstancias que atravesamos. Les compartiré que me va funcionando y qué no. Sabrán cómo voy saliendo de este nudo vivencial y cómo cumplí todos los compromisos superando los obstáculos, sin ver afectada mi salud (Dios lo permita) y si estas herramientas muy personales logran su cometido.
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