No existieron mejores campañas que las de la IV República.
La fiesta electoral entre pitos y banderas se extendía a lo largo del país
Venezuela 1897: Juan Manuel “El Mocho” Hernández, aunque poco refinado, era por naturaleza una persona muy carismática. Su campaña se basó en el contacto directo con la gente, sobre todo con la del interior del país. Se organizaron discursos públicos, se regalaban banderines, botones, retratos con la figura del candidato; se enviaban cartas personalizadas dirigidas a los potenciales electores que quedaban sorprendidos al ver que el remitente era el propio Hernández. Sin embargo, debido al inmenso fraude, Juan perdió las elecciones de forma aplastante.
El Politólogo Justo Morao en su Blog https://jingleelectoral.com nos deja pasear por la Venezuela de ayer que no se aleja mucho de la de hoy, si pensamos en fraudes, números que no concuerdan con la realidad ni con las preferencias de la opinión pública y mucho menos con las encuestas que se desarrollan a lo largo del territorio nacional.
“Fue tanta la indignación que sintieron los liberales nacionalistas por el grosero fraude electoral, que enervó los ánimos de sus partidarios provocando así la ira del propio Hernández, lo que lo llevó a su levantamiento en armas que terminó en trágicos eventos de agitación, lucha y el derramamiento de sangre. Luego de este período histórico hubo una larga cadencia de oscuridad política donde la libertad de expresión quedó encadenada al miedo, lo que perduró hasta mediados del siglo XX”.
Estamos a las puertas de una nueva contienda electoral, y quizás por ese carácter regional pudiera significar menos despliegue de herramientas publicitarias, sin embargo, la cansada sociedad y la deprimida Venezuela no está para celebraciones, más cuando su mente y esperanzas están puestas en los posibles resultados que no van estrechamente ligados a la acción del voto.
Una empresa que se desligo del ente comicial venezolano CNE hace poco dejó en entredicho la veracidad de los resultados no de las elecciones por venir, sino la creciente duda de los procesos anteriores donde todos hemos esperado durante horas acompañados de la nefasta baranda.
En los países civilizados del mundo el voto es manual, únicamente 7 países han optado por la tecnología del voto electrónico, y eso hace pensar, no que la inversión es muy grande, sino que la manipulación del hombre a la maquina ciertamente es una tentación muy grande, cuando de obtener o mantenerse en el poder se trata.
El árbitro no hace al monje
Bélgica, Brasil, E.E.U.U., Estonia, Filipinas, India y Venezuela. Son los únicos países donde se ha implantado de forma completa el uso del voto electrónico. Desde que en los 60 se comenzaran a usar sistemas de votación electrónica, a través del uso de tarjetas perforadas, hasta los recientes sistemas de escaneo óptico para recoger los votos emitidos en papeletas, muchos son los métodos aplicados en este campo.
Estos países usan la tecnología para “facilitar” el escrutinio de votos y dar un resultado “inmediato”, Venezuela utilizaba hasta hace poco, máquinas de Grabación Electrónica Directa (DRE por sus siglas en inglés), que recogen y cuentan los votos en una sola máquina. En este método, la papeleta es una pantalla, y el votante introduce su opción política a través de sistemas en su totalidad tecnológicos. No sabemos hasta la fecha, de cara a unas elecciones en el mes de octubre si desecharan la tecnología de la cuestionada empresa Smartmatic que se desmarcó de la proveeduría de servicios. Tras ejercer su derecho, el ciudadano recoge un recibo de voto y es la propia máquina la que se encarga de realizar el recuento una vez concluida la jornada.
Modalidades tecnológicas del voto en el mundo
Voto electrónico en papel
Existen otros sistemas que mezclan medios digitales y analógicos. Por ejemplo, el llamado “voto electrónico en papel”, el ciudadano marca su elección en una papeleta. Posteriormente, un sistema de escaneo óptico o de tabulación electrónica se encarga de registrar el voto y contarlo para realizar el escrutinio general.
Voto por Internet
Sabemos que Internet ha revolucionado el mundo, la información está al alcance de todos y la participación se facilita en todos sus aspectos. Algunos países han implementado sistemas de votación por Internet como modalidad de voto a distancia. Que sería una excelente opción si contáramos con la fiabilidad de quien lo recibe, se evitarían las colas de electores, claro, con un servicio robusto proveedor de conexión web, que tampoco lo tenemos.
Este sistema ha sido usado en elecciones gubernamentales y en referendos como en Reino Unido, Estonia o Suiza, y en comicios municipales como en Canadá, primarias en Estados Unidos o Francia. Incluso, en algunos países, como Estonia, se ha llegado a implantar el voto por Internet a través del móvil. Para ello, es necesaria una tarjeta SIM, que serviría para identificarse.
La corta campaña que se avecina estará llena de tristeza y una honda nostalgia de tiempos pasados, cuando veíamos asesores de la talla de Joe Napolitan y Clifton White, o Matt Reese y David Sawyer, que dejaron en Venezuela un legado de las buenas prácticas publicitarias en campañas electorales y aunque votábamos manualmente, no teníamos grades adelantos tecnológicos, los resultados jamás se pusieron en duda porque la duda, no nos la habían sembrado. No sabemos quién estará a cargo del legado de Smartmatic y el árbitro no hace al monje.
Feliz fin de semana
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