El piloto español Fernando Alonso (McLaren), que el viernes 16 de abril volvió a ponerse al volante después de su violento accidente de Australia de hace 26 días, dijo tras las dos primeras sesiones libres para el Gran Premio de China, que corrió con dolor pero soportable, y que se ve cerca de la Q3 mañana.
El asturiano, que se recupera de una fractura en su novena costilla izquierda y un neutórax que, hasta ayer, se temía que pudieran amenazar uno de sus pulmones en caso de sufrir un nuevo impacto, recibió hoy a mediodía, tras la primera práctica, el visto bueno de los médicos para correr el resto del fin de semana.
Ayer superó una prueba más larga, con imágenes de escáner de su tórax, y se le autorizó a correr hoy por la mañana, bajo la condición de someterse a una segunda prueba a mediodía, que fue de pocos minutos y consistió sobre todo en comprobar su presión sanguínea, su respiración y su capacidad para salir del coche.
Superado ese segundo chequeo, los médicos del torneo le han autorizado a participar en el resto de pruebas del fin de semana, aunque con la obligación de detenerse de inmediato en caso de sufrir cualquier síntoma fuera de lo esperable y de someterse enseguida, sólo si se da ese caso, a una nueva inspección médica.
“Sí, creo que hay pocos circuitos que tengan curvas tan largas y a derechas, pero bueno, creo que una vez que estás en el coche, la adrenalina, la emoción y las ganas de correr te hacen olvidarte un poco del dolor. No creo que haya ningún problema en ese sentido”, aseguró.
Por la naturaleza de su fractura, “el riesgo mayor es si hay algún accidente, o un bordillo de mala manera, o cualquier toque en la primera vuelta, cosas así que puedan tener un poco más de riesgo, pero a la hora de conducir es solamente dolor, y el dolor es una cosa que gestionas tú mismo”, explicó convencido.
Con información de EFE.
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