La escasez y la inflación están presentes en cualquier aspecto de la dinámica regular del venezolano. La situación reduce día a día la calidad de vida de las personas que buscan mantenerse a flote con los cambios económicos que cada vez desfavorecen más a los ciudadanos. Una de las cosas más sencillas como comprar pan, un hábito de muchos por las mañanas o al salir de sus trabajos al finalizar la tarde, se ha convertido en una verdadera odisea.
El reportaje del Diario Las Américas indica que las panaderías solamente están elaborando cantidades limitadas del alimento que, junto con la arepa, forman parte de la comida diaria en la mesa de un venezolano. Hasta dos horas de cola se han registrado en Caracas, capital de Venezuela, para adquirir el producto en algunas panaderías que todavía hacen el alimento.
“Estoy desde las 3:00 de la tarde haciendo la cola para comprar dos canillas (pan baguette) que es lo que venden por persona. El dueño de la panadería nos dijo que a las 5:00 de la tarde saldrá el pan, pero no sabemos si alcanzará para todos los que estamos acá”, comentó Carlos García, de 45 años de edad, habitante de La Pastora, una popular parroquia caraqueña donde se encuentra la panadería El Guanábano, una de las pocas que está produciendo el pan en la zona.
Joao Rodrígues, panadero, explica: “Sólo me quedan cuatro sacos de harina y los necesito para abrir todos los días el negocio. Para el final de la semana me prometieron 20 sacos (45 kilos cada uno), pero (…) Llevamos tiempo así, nosotros consumimos cada día entre 8 y 10 sacos”.
Por su parte, Rosa Pérez, encargada de una panadería en Chacao, apuntó que su local trabaja al 30% de su capacidad por falta de insumos. “Con la harina que nos queda hacemos cachitos y pizzas. Se venden más caro y nos ayuda a compensar las pérdidas”, explicó.
“Antes uno conseguía los sacos. A veces un poco caros, pero ahora ni eso. No está llegando, y de paso algunas veces quieren regular el precio del pan. Así uno no puede trabajar”, afirmó Iris Bello en una panadería en el este de la ciudad.
María Guevara, ama de casa, señala que en el último mes ha tenido que hacer colas dentro de las panaderías para poder acceder a este alimento. “¿Cuándo uno había tenido que sufrir conseguir pan? Algo tan básico como el pan”, se pregunta.
En el año 2015, un pan canilla se conseguía en 35 bolívares, mientras que el precio actual es de 90 bolívares. “Demasiado para un pan”, consideró el señor Jesús Sandino, quien hacía cola para adquirir este producto en una panadería en La Candelaria, en el centro de Caracas.
El miércoles, el ministro del poder popular para la alimentación de Venezuela, Rodolfo Marco Torres, confirmó a través de su cuenta en la red social Twitter, el arribo del buque MV Wuchow, el cual contiene 30.000 TM de trigo panadero, y se encuentra en proceso de descargo en el principal puerto del país.
Marco Torres adelantó además que sostendría reunión con Tomás Socías, presidente de Fevipan, que es el principal representante del sector panadero, para abordar la normalización en la venta del producto alimenticio.
Fuente: Diario Las Américas
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