RECUPERAR LA CONFIANZA
Por Caterina Valentino
“La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan”
El Libertador
Así como cuando dos deciden darse una oportunidad y tras profundos desencuentros resuelven arrancar de nuevo. Así. Estamos sumergidos en una paranoia colectiva dudando de todos y de todo.
Pareciera una fiebre mundial. En el artículo “La confianza política no se recupera” publicado por Francisco Longo, miembro del Comité de Expertos en Administración Pública de Naciones Unidas dice: “Son abundantes las explicaciones” que se han dado sobre el desfallecimiento de la confianza política en nuestras sociedades. “Un capitalismo desregulado estaría, a su entender, lesionando el output social de la democracia a la que aspiran muchos ciudadanos y alterando así el contrato social implícito sobre el que se asientan las democracias (…)”. La gestión de la crisis habría profundizado estas percepciones negativas. La recuperación de la confianza exigiría, por tanto, centrarse en las políticas económicas y sociales más que en las reformas institucionales.
Desde Ginebra, la profesora de Antropología y reconocida experta en democracia Shalini Randeria dice: “Es importante recordar que aunque la democracia formal se ha expandido con rapidez en todo el mundo, su esencia la están erosionando los líderes populistas con tendencias autoritarias desde el interior…”.
Según la experta, que alaba las bondades de una democracia como la suiza, la expansión de la mayoría de los regímenes antiliberales “regímenes parcialmente democráticos que creen en la decisión tomada por una mayoría y donde los ciudadanos, aunque pueden votar, carecen de libertades civiles” supone un gran desafío para los valores democráticos, los principios y las instituciones tal y como los conocíamos.
Por el bien de nuestros sistemas, por el bien de nuestro futuro, toca, con mayor responsabilidad a los que ostentan el poder, ocuparse de este asunto y forjar de nuevo cimientos para que los países vuelvan a confiar, porque en medio de estos bamboleos aparecen los cometas que impresionan con su luz y que terminan convirtiéndose en mesías de cartón.
A la dirigencia política, a las instituciones, a los empresarios, a los medios de comunicación, a los líderes de opinión, toca llenarnos de dosis de honestidad, dignidad y mostrar lo mejor de todos a fin de lograr cambios, si y solo si, nos queda algo de esperanza, si y solo si, nos interesa este país, las democracia y su humanidad.
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