Una tarjeta llamada “Carné de la Patria”, será la responsable de darle acceso a los alimentos distribuidos por el Comité de Abastecimiento y Producción (Clap) a los venezolanos que se inscriban en este proceso que está siendo impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro. Una nueva herramienta de la revolución bolivariana para el control de la distribución y adquisión de los productos básicos alimenticios.
A pocas horas de abierta la inscripción, largas colas abarcaron los puntos de registro distribuidos en todo el territorio nacional, dándole además al gobierno la posibilidad de medir su poder de convocatoria, momento en el que Maduro atraviesa una popularidad del 19,5% al cierre de 2016, según Datanalisis. Entonces, ¿estamos hablando de apoyo a esta nueva decisión del gobierno, o desespero de la gente para adquirir comida al costo que sea?
A juicio de sociólogo y director académico de Cedice, Trino Márquez, los venezolanos no hacen las colas porque esté de acuerdo con las políticas implementadas por el gobierno, sino porque “están sometidos a un grupo de necesidades drásticas, que nunca antes se habían visto en el país, y la única manera de palear un poco la escasez de alimentos es con la obtención de este carné”.
“El venezolano está siendo obligado a adaptarse a este tipo de práctica para tratar de palear la crisis de alimentos, pero esto no se traduce en un apoyo al gobierno por parte de los ciudadanos”, reitera.
Márquez consideró que este nuevo mecanismo es una versión moderna de la carta de racionamiento que implementó Cuba en los inicios de la revolución y que terminó siendo un fracaso.
“Este carné es un intento de control político y manipulación que frecuentemente es utilizado por dictaduras comunistas y totalitarias, mediante el control del estómago de sus ciudadanos”, expresó Márquez, quien insta a condenar y denunciar, en organismo internacionales, esta actuación del Estado.
Para el profesor universitario este es un mecanismo de empadronamiento y fichaje de los ciudadanos más necesitados, con el objetivos de chantajearlos y manipularlos sobre todo en épocas electorales. “Quienes obtengan el carné probablemente tendrán miedo de salir a protestar o votar contra el gobierno”, aseguró Márquez.
Cortesía: Efe
El especialista aseveró que todos estos mecanismo de control promueven la corrupción y a modo de ejemplo dice que “así como el control cambiario ha servido para que un grupo de chavistas se hallan enriquecido con cifras incalculables, lo mismo va ocurrir con esta nueva forma de control”.
Márquez aseguró que la única forma para acabar con la corrupción es creando instituciones transparente, fortaleciendo el control ciudadano, arrebatándoles a los gobiernos o Estados todo mecanismos de manipulación, además de fomentando la productividad.
“Este es un paso más hacia la cubanización y hacia la entrega del país. Se está tratando de reproducir exactamente el mismo esquema que se instrumentó en Cuba a finales de los años sesenta y que ha permitido que esa dictadura se haya mantenido durante más seis décadas”, manifestó el sociólogo,
Una recomendación de Marquez es que los venezolanos denuncien ese tipo de violaciones y enfrentarse al régimen con todo los instrumentos democráticos disponible, de lo contrario se terminará imponiendo una dictadura.
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