Tecnología, fácil de usar. El diseño, auténtico. La experiencia, única. Y lo más importante, la cama. Así es el alojamiento ideal.
Ubicación: Es muy importante pero busco más bien sitios especiales, con potencial, no hace falta que sea en el centro. Tiene que ser un lugar en el que yo crea, me puedo arriesgar en edificios que me gustan mucho, lo he hecho varias veces y me ha ido bien. Sir Adam es un ejemplo, cuando lo compré la gente pensó que era un disparate porque no es muy accesible, tienes que tomar un barco para ir, y está funcionando mejor que la mayoría de los hoteles de 4 estrellas de Ámsterdam.
¿Qué importancia le da a la web? Es tan importante que en realidad es otro activo de la empresa, la web tiene que hablar exactamente el mismo lenguaje que el edificio, tiene que reflejar, comunicar el modo de pensar de quienes hicieron el hotel.
¿Es importante hacer ofertas online? Sí, al final lo que un hotel quiere es vender su producto sin intermediarios, así que las ofertas son un modo de promocionar tu propia web y que la gente perciba la historia creada alrededor de ese hotel.
¿La recepción tiende a desaparecer? Aunque hay cosas que desaparecerán en el futuro, por ejemplo los largos “check in”, lo importante de los hoteles es la experiencia auténtica y única que hace a la gente sentirse especial, y eso no te lo dan las máquinas que sustituyan a un recepcionista.
¿Qué significa eso en términos de selección de personal? Nos gusta la gente que conoce su trabajo y que sabe cómo conectar con las personas, gente que entiende este tipo de hospitalidad.
Cada día se potencia más el lobby… Es muy importante, para mí es el sitio donde la gente de la ciudad y los huéspedes se tienen que mezclar. Intento asegurarme de facilitar que esto ocurra, que no sea un sitio vacío donde la gente que está en el hotel descansa un rato, que sea un destino en sí mismo. Cuando creas la atmósfera adecuada, la interacción ocurre de forma natural. ¡Que haya comida y bebida ayuda!
¿El concierge es imprescindible? Es una de las figuras más importantes del hotel porque el huésped no quiere perder tiempo, quiere sacarle máximo partido a los dos o tres días que está en la ciudad, de modo que el concierge te guía a los sitios secretos para sentirte como alguien de la ciudad. Se conoce la ciudad de arriba abajo y te propone cosas según tus gustos. Y, por supuesto, tiene el poder de conseguirte acceso a cosas casi imposibles.
¿Wifi de pago? Encuentro que el wifi gratuito es una obligación. La tecnología complica la estancia en muchos hoteles… Muchos han ido demasiado lejos con la tecnología y no han hecho más que complicar las cosas y convertirlas en algo muy irritante. Mi intento es facilitar las cosas con simples pictogramas que te indiquen cómo usar la ducha, encender y apagar luces o usar la luz para leer.
La temperatura suele ser un incordio… Me preocupa muchísimo que las habitaciones no estén demasiado frías o calientes, y que puedas adaptar la temperatura si quieres. En la mayoría de los hoteles tenemos la calefacción en el suelo, aunque en edificios antiguos tenemos que usar los radiadores antiguos.
¿Dónde desayunar? Desayunar en la cama puede ser genial pero si puedes hacerlo en el restaurante del hotel con una vista espléndida sobre la ciudad, recomiendo la experiencia.
¿El hotel y la ciudad cómo conviven? Es muy importante para mí que los hoteles tengan sitios que la gente de la ciudad pueda usar: un spa, un restaurante o un club. Me encanta cuando ceno en alguno de los restaurantes de mis hoteles y veo a gente de Brazil o de EE UU mezclados con gente de la ciudad. Para mí es saludable que haya un punto de tensión entre el director del hotel y el del restaurante. Cada uno tiene prioridades diferentes, con público diferente. Cuando hay una cierta tensión entre ellos eso significa que ninguno de los dos rebaja sus expectativas y persigue lo mejor.
¿Si tuviera que elegir una sola cosa de una habitación? ¡Al 100% sería la cama! Si alguien me dice que en un hotel mío no le gustó la cama, me retiro de la hostelería. Invierto tiempo, dinero y esfuerzo en poner la mejor cama del mundo y eso incluye sábanas, almohadas y, sobre todo, colchón. La cama te tiene que abrazar. Heavenly Beds produce los colchones especiales para nosotros y también los vendemos.
¿Un consejo sobre las propinas? Yo soy un gran creyente en la propina. La propina ayuda a que el servicio sea mejor. Por ejemplo, cuando viajo con la familia, con mis tres hijos, al final dejo un sobre con propina, porque mi equipaje es enorme, los niños son ruidosos… pero si voy de viaje de negocios no dejo tanta propina, depende de dónde vas, con quién, etcétera.
Sus hoteles suelen tener exposiciones y tienda.. Es una vez más un modo de hacer que se mezclen los huéspedes y la gente de la ciudad. Las tiendas venden objetos de diseñadores locales, incluso piezas que son colaboraciones para el hotel, y las exposiciones también ayudan. Prestamos mucha atención a ese tipo de detalles.
¿cómo ve el futuro de los hoteles? El mundo de lo compartido, el sharing, crecerá, y eso es un reto para los hoteles, pero también los hace más perspicaces, porque tenemos que ofrecer una experiencia mejor pensada, y esos serán los que sobrevivan.
Fuente : El País
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— CaraotaDigital (@CaraotaDigital) 7 de junio de 2017
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