Observo con preocupación cómo muchas personas mantienen estilos de vida que no pueden pagar, utilizando cualquier medio que les permita acceder a una posición a la que no pertenecen sin entender que la diferencia entre ricos y pobres no estriba en la cantidad de dinero que poseen o en los lujos que han adquirido en el tiempo; viven presionados por su lucha para obtener ingresos para no perder el llamado “estatus”, muchas veces a costa de lo que sea, perdiendo así la oportunidad de volverse ricos, no por un tiempo determinado sino para toda la vida.
En mi programa de asesoría financiera personalizada debo leer muchos balances generales de personas que generan ingresos interesantes, que poseen una lista de bienes que enseñan orgullosamente en su columna de activos, pero sin la menor idea de lo realmente es un activo. Muchos de ellos son la máquina que hace el dinero porque nunca les enseñaron a crear una máquina que no dependiera de su presencia, pero piden asesoría porque se sienten como los cisnes en un lago, erguidos arriba pero moviendo fuertemente sus patas para mantenerse a flote. Y LA VERDAD, NO HACE FALTA QUE VIVAS DESGASTÁNDOTE.
Lo primero que te recomiendo es que SINCERES TU SITUACIÓN FINANCIERA ACTUAL, no trates de adoptar un estilo de vida para el que aún no estás preparado, es como que quieras correr un maratón cuando apenas estás comenzando a caminar, en algún momento vas a desmayar. Las finanzas, como todo en la vida, necesitan un tiempo para desarrollar la resistencia adecuada. Es un trabajo de un paso a la vez y de todos los días, entonces es contraproducente apresurar el proceso o querer ir más rápido de lo que puedes ir. La riqueza se genera a largo plazo pero con pasos cortos hacia un mismo fin: la prosperidad y la salud financiera permanente.
QUITA TU MIRADA DE AQUELLOS QUE TIENEN MÁS DE LO QUE TÚ TIENES. Este enfoque no te permitirá avanzar porque siempre encontrarás a alguien que posee más de lo que tú tienes. Esto te restará energía y vitalidad para lo que realmente debes hacer. Define dónde deseas estar tú y tu familia en los próximos dos, tres o cinco años y prepara un plan para llegar allí. Seguro al principio deberás hacer sacrificios, pero te aseguro que la recompensa lo vale. Enfócate en la educación financiera y en la construcción de activos que te permitan en un tiempo determinado gozar del bienestar que todos deseamos en nuestras vidas.
NO APARENTES ALGO QUE AÚN NO ERES. Si bien la fórmula del éxito está en SER primero, para HACER y TENER, no gastes más de lo que deberías. ¿De qué vale comprar el último celular del mercado si no tienes para comprar el saldo?, ¿de qué vale comprar ropa de diseñador si no tienes cómo pagar las tarjetas de crédito?. Establece prioridades, ten control permanente de tus gastos, aprende a generar más ingresos y CREA UNA MÁQUINA QUE A MEDIANO Y LARGO PLAZO NO DEPENDA DE TU PRESENCIA. SÓLO ASÍ CONOCERÁS EL BENEFICIO DE LA RIQUEZA Y LA ABUNDANCIA.
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